lunes, 4 de abril de 2011

El Celta araña un punto que le permite seguir vivo en la lucha por el ascenso

La primera parte fue digna de un 'partido de primera'. Los vigueses se adelantaron por mediación de David Rodríguez a los seis minutos. Cuando se iba acercando el descanso, empató Jorge Molina. Daba entonces la sensación de que el equipo de Mel podía ir goleando. Antes del intermedio Roberto Lago fue expulsado por una tremenda patada en la cara a Emaná. El Betis con uno más se atascó y no supo aprovechar su superioridad. Las expulsiones de Belenguer y Iago Aspas propiciaron que, Betis y Celta, terminaran con 10 jugadores y 9 respectivamente.

El partido era decisivo para ambos, pero los celtiñas -que venían de perder cuatro encuentros de manera consecutiva- tenían que puntuar para no quedarse descolgados en la lucha por el ascenso. Si los de Herrera hubieran perdido, habrían quedado a siete puntos del ascenso y con el 'goal-average' perdido con los béticos. Esa distancia hubiera sido prácticamente insalvable quedando tan sólo diez encuentros para que finalice el campeonato.


El Celta empezó enchufado

El técnico del Celta, Paco Herrera, preocupado por la racha de su equipo, dijo en la previa que era un partido en el que no hacía falta motivar a los suyos. Y así fue. A los seis minutos de partido ya iban ganando merced a un gol de David Rodríguez -aunque el que centra, que es De Lucas, podría estar en fuera de juego-. Todo un golazo en una contra jugada al primer toque.

O el Betis salió dormido o el Celta muy enchufado. El caso es que el cero a uno ya campeaba en el marcador. Al conjunto andaluz le costó quitarse de encima la empanada de los primeros diez minutos. Pero fue Jorge Molina con un zapatazo, que se estrelló en el larguero, quien desperezó a los suyos.

La mejor media hora del Betis en esta liga

El Betis acorraló al Celta en su campo. Disponía de la posesión del balón y de las mejores ocasiones. Rubén Castro, dispuso de hasta tres claras acciones gol para adelantar a su equipo pero no acertó en ninguna de ellas, hasta que Jorge Molina sí acertó con el gol. Juanma inició la jugada del empate. Se zafó del defensor del Celta en su campo -sólo utilizó el cuerpo para ello- sin tocar el balón. Luego, inició la carrera para conectar con Rubén Castro, que metió un pase interior a Emaná, donde éste con un toque dejaba sólo al delantero alcoyano para que hiciera el gol.

La expulsión de Roberto Lago marcó el partido

En una acción por banda derecha Emaná intentó marcharse del '3' del Celta, pero éste al despejar se equivocó: en vez de dar al balón, impactó su bota en la cara del mediapunta camerunés. La acción le costó la segunda amarilla -que también podría haber sido roja directa- a Roberto Lago. Se esperaba entonces que el Betis, con uno más sobre el tapete, ganara con facilidad a su rival y, más aún, contando con toda la segunda parte por delante. Pero no fue así.


Paco Herrera reforzó el lateral izquierdo, que se había quedado sin nadie, tras la expulsión de Roberto Lago, dando entrada a Víctor y quitando a un atacante, De Lucas. El Celta aquí, en esta fase partido, fue cuando más cómodo se encontró. Esperaba atrás para intentar lanzar alguna contra -que luego no realizó- para así luego poder llevarse el partido. El equipo entrenado por Pepe Mel se encontraba atascado y creando escaso peligro. La circulación del balón por parte de sus hombres era demasiado lenta y previsible, lo que permitía que, estando el Celta bien posicionado atrás, el empate siguiera en el electrónico.

Mel movió fichas sin éxito y Herrera se equivocó sobremanera

Como no encontraba las vías para llegar a la meta defendida por Yoel- que hizo un partido sensacional- el entrenador verdiblanco introdujo a Momo, para entrar por banda izquierda, y a Manu Palancar, que tiene más recorrido que Isidoro. A pesar de ello, el técnico madrileño no acertó en los cambios. Sobre todo en el tercer cambio: Roversio -para reforzar la defensa tras la expulsión de Belenguer- por Emaná. Con los dos equipos totalmente partidos, y el Betis desfondado, el camerunés es el típico futbolista capaz de iniciar una contra. Su fuerza, su coraje y su físico hubieran permitido esto, cosa que ningún jugador de los que estaba pudo hacer. Es ahí cuando Emaná -que se retiró enfadado cuando fue sustituido- podía haber roto el partido.

El que sí que erró por completo fue el entrenador del equipo vigués. Quitó del terreno de juego a David Rodríguez -que estaba realizando un buen encuentro- para dar entrada a Iago Aspas, ¡que ya tenía tarjeta amarilla! Le amonestó el colegiado, Gil Manzano, cuando estaba en el banquillo por protestar la expulsión de su compañero Roberto Lago. ¿Para que introduce en el campo a un jugador que ya está amonestado? Consecuencia: mano de Iago Aspas, segunda amarilla, y expulsión. El Celta se quedó con nueve futbolistas sobre el césped del Benito Villamarín, pero antes el Betis también había sufrido la expulsión de Belenguer por doble amonestación.

Al final, reparto de puntos y la sensación por parte de los verdiblancos de no haber aprovechado la ocasión de dejar al Celta a siete puntos más el 'goal-average'. Y por parte de los vigueses de haber conseguido un punto valiosísimo y de haber sido perjudicados gravamente por el árbitro.

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